Liderar con el corazón: la segunda temporada de The Bear
Los osos son agresivos, pero también amables y sensibles
Este texto contiene todos los spoilers que se puedan imaginar sobre las temporadas 1 y 2 y algunas teorías sobre la temporada 3
Si la primera temporada de The Bear nos ofreció caos, destrucción y momentos frenéticos en los que todo parece estar sucediendo al mismo tiempo, la segunda se toma la vida con un poco de calma. En vez de ocho, ahora son diez los capítulos que conforman la temporada, así que hay más espacio para la paciencia y el aprendizaje. Entre ellos está “Fishes”, de una hora, que seguro pasará a la historia por su reparto, guion y excelentes comedia y dirección.
Primero que nada, habrá que recordar en qué se quedó la temporada 1 (aunque si quieren leer el texto largo y tendido que hice respecto a eso, lo pueden encontrar aquí). El equipo de The Beef encuentra un montón de dinero metido en latas de salsa de tomate sospechosamente etiquetadas con KLB. Ahora sabemos lo que esas iniciales significan: Kalinowski (el tío Jimmy), Berzatto (Michael) y Lane (el hasta ahora poco explorado tío Lee Lane). El dinero pertenecía al tío Jimmy y Michael lo enlató para dejárselo a Carmy. O eso es lo que sabemos hasta ahora.
Pero ni todo ese lanón es suficiente para levantar el restaurante con el que sueñan Carmy, Sydney y Sugar (ahora incorporada al equipo como gerente de proyecto): “que sea familiar pero que al mismo tiempo opere a un alto nivel”. Le confiesan al tío Jimmy que tienen el dinero, pero que necesitan más. El trato es que en 18 meses comenzará a ver los frutos de su inversión porque el restaurante comenzará a operar en 12 semanas (?). El equipo tiene entonces tres meses para abrir el nuevo lugar. Esto implica: conseguir todos los permisos, entrenar al personal actual y a las nuevas contrataciones, remodelar el lugar, amueblarlo, decorarlo, elegir platos y cubiertos... Una completa locura pues.
Cada segundo cuenta
No solo The Beef está metamorfoseando en algo más grande y ambicioso, sino que todos los que conformaban el restaurante comienzan su propio camino evolutivo. Quizá el único que no encuentra ese camino es Carmen. Él solo se envuelve en un espejismo.
Marcus viaja a Copenhague a aprender técnicas de parte con un excolega de Bear (el genial Will Poulter como Luca, un exitoso chef que creció siempre a la sombra de otro gran chef, quizá Carmen). Tina logra pulir sus habilidades en una escuela de gastronomía, donde también se desenvuelve socialmente. Ebra, por su parte, encuentra imposible soportar ese lugar “lleno de Sydneys”.
Richie pasa una semana limpiando tenedores en el restaurante de la chef Terry (otra increíble actriz invitada, Olivia Colman). Ahí, por fin logra encontrar su vocación: hacer hospitality. Proporcionar un servicio a las personas que asisten a un restaurante, escucharlas y complacer sus deseos resulta ser aquello para lo que sí tiene talento. Habíamos visto algunas pistas de esto en la primera parte, por la forma en la que Richie hacía sentir bienvenida a la clientela de The Beef. Pero es hasta este momento que el primo deja de sentirse como si no cupiera en ningún lado.
Sydney es sin duda el personaje que más crece en esta temporada. Todo el tiempo acompañada del libro de Mike Krzyzewski, Leading with the Heart: Coach K's Successful Strategies for Basketball, Business, and Life, la podemos ver recorriendo las calles de Chicago, absorbiendo todo lo que puede sobre la cultura y la industria gastronómica. Contacta gente, prueba comida, recibe un gran número de estímulos para crear el nuevo menú. Lo más increíble de su desarrollo es la conexión que logra con el resto de los personajes. Tina está orgullosa de ser su trainee, Natalie la valora como chef y amiga, Marcus pues... se enamora de ella y Richie descubre que es alguien en quien se puede apoyar. Me encantó la forma en la que Sydney defiende lo que quiere y cómo demanda el respeto de Carmen. Lo admira como chef, pero como socio sabe que deja mucho que desear.
Siete pescados capitales
Si bien profesionalmente el equipo va hacia arriba, otros aspectos de sus vidas no son del todo satisfactorios. La mamá de Marcus continúa en un estado vegetal, el papá de Sydney sigue sin entender a qué se dedica su hija y Richie pierde de forma definitiva a la que fue su esposa, que está a punto de casarse otra vez. Carmen aún enfrenta las repercusiones de vivir en una familia disfuncional. En esta temporada podemos adentrarnos un poco más en las historias familiares de cada uno de los miembros del staff. Sobre todo en la vida de Carmy, en el fatídico episodio seis. Christopher Storer logra sublimar la angustia por lo siniestro en lo familiar, el resultado es caótico y bello por igual.
En este episodio-flashback de The Bear conocemos a la mamá de Carmy, Natalie y Michael. Jamie Lee Curtis logra entregarnos a una enorme Donna Berzatto, una mujer de carácter fuerte, voluble y con debilidad por el alcohol. Durante una cena en ese campo minado que es la navidad, la familia Berzatto y amigos allegados se reúnen para lo que casi siempre es una catástrofe provocada por Donna. Parece ser que verla gritar, llorar e insultar a todos es una tradición familiar anual. Por alguna razón que todavía no conocemos, pero que me atrevo a aventurar que se revelará en temporadas posteriores, Donna está completamente vacía y rota y no hay forma de llenar el hueco en su corazón. Ni la dulzura de Sugar ni el apoyo de Carmen logran convencerla de que no está sola.
La forma de actuar de Donna hacia sus hijos e hija deja en todos ellos una marca indeleble. La violencia, el chantaje y la inestabilidad de sus emociones mantienen a Carmy, Michael y Sugar en un estado perpetuo de alerta. Cualquier cosa que digan o hagan puede desatar su ira incontrolable, sobre todo preguntarle si está “bien”. Me pone a pensar en si el hecho de que su mamá sea como es provocó que Bear se alejara tanto de su familia. Quizá Michael quiso que se fuera lejos para librarlo del huracán Donna. Aún así, Carmen siguió buscando recibir algún tipo de “maltrato” en su día a día, al integrarse a la industria gastronómica.
También vemos el comportamiento errático de Michael cinco años antes de su suicidio. Cuando Carmen le habla de los planes que tiene para el restaurante familiar, Michael se rompe. Este episodio solo se encarga de plantear dudas que ojalá vayan a quedar resueltas en el futuro. ¿Quién demonios es el tío Lee (Bob Odenkirk)? ¿La pareja sentimental de Donna? ¿La muerte de Michael está relacionada con él? ¿Quizá también con el tío Jimmy? ¿Qué le pasó al papá de los Berzatto? ¿Por qué casi no se habla de él?
A pesar de las dudas, las tensiones, los insultos y los tenedores que vuelan por el aire, no puedo dejar de pensar en las intervenciones de John Mulaney y Sarah Paulson (como la prima Michelle y Stevie, su novio). Si algún día se escribe un libro sobre los mejores comic reliefs de la historia, ellos dos tienen que estar en la portada. Mis momentos favoritos: que Michelle haga explotar a Donna en el momento de mayor tensión y el discurso de navidad de Stevie. Joyas.
En The Bear, las repercusiones que provoca el pasado de Carmy en su psique se despliegan en cada capítulo, pero no es sino hasta “Fishes” que logramos entender un poco más el origen de la devastación. Y con qué maravilloso casting. Y con qué excelente guion.
El Clairegate
He escuchado más de una queja sobre el personaje de Claire. Las que más risa me dan son las que la comparan con la Absolutely Insufferable Female Lead porque realmente es insufrible y tiene todos esos clichés que pueden caer muy mal. Está la escena en la que trae solo un suéter y se le ven las pompis perfectas porque... nomás. También están los diálogos tipo: soy hermosa pero la neta como que no estoy consciente de eso, solo estoy aquí con mis ojos redondos.
Claire ha estado enamorada de Carmy toda su vida, a pesar de que el tipo ni ha vivido en Estados Unidos y ni la ha buscado. Le perdona a Carmy que le haya dado mal su teléfono porque pues... Claire es la misma de ayer, la incondicional, la que no espera nada. Este es un personaje problemático en muchos sentidos. Una creería que ya estamos más allá de la representación de las mujeres etéreas - manic pixie dream girl - Natalie Portman en Garden State, pero al parecer siguen proliferando.
Creo que es una forma un poco burda de representar que Carmy no sabe qué hacer con lo bueno de la vida, así sea una mujer perfecta. Siempre está esperando que caiga “el otro zapato”. Con ella va a una fiesta por primera vez porque nunca ha tenido tiempo para divertirse. Solo ha recibido gritos, regaños y órdenes (primero de su mamá, luego de su jefe). Claire es una forma de dejar en evidencia que Bear no tiene la menor idea de cómo ser feliz. Él no tiene un propósito fuera de ser el chef de su propio destino. “No amount of good is worth how terrible this feels”. “This” es el hecho de fracasar en su propio restaurante.
Bear, como Donna y Michael, está roto. Claire está ahí para él con sus consejos, sus palabras, sus ojitos, su compañía y paciencia. Pero a Bear le gusta el arrastre. Me imagino que cuando crees con una mamá como la suya, aprendes a identificar la violencia y la severidad con el cariño y el amor. En ese sentido, no hay un gran espacio para Claire, aunque ya veremos qué pasa en las próximas temporadas.
Liderar con el corazón
El día en el que finalmente Carmen y el equipo inauguran The Bear para los amigos y la familia, Carmen se queda encerrado en el refrigerador, porque la manija se descompone. Por lo menos cuatro veces durante los episodios previos al final, se ve que Bear pudo haber evitado esta circunstancia funesta. Cada vez que intentó hablar con el reparador de la puerta ocurrió algo: una llamada entrante de Claire, Marcus le aventó el teléfono y este terminó hecho pedazos en el suelo, no le hizo caso a Sydney ni a Sugar...
Durante toda esta temporada Carmen se pregunta qué es lo que ama hacer. Cousin y Tina encuentran aquello que les apasiona. Sydney habla de que el mejor momento de su día cuando inauguraron el restaurante fue preparar un omelet. Pero Carmen no tiene idea de qué se siente disfrutar hacer algo. Y al final de la temporada descubre que tampoco le interesa. Lo único que tiene en mente es triunfar con The Bear. Resuenan las palabras que dice al principio de la temporada, en el episodio dos. Sydney quiere obtener una estrella Michelin. Y Carmy le dice que si lo desea de verdad, “más que nada tendrás que preocuparte por todo”.
Y Sydney lo hace. Es gracias a ella que Marcus vuela a Copenhague. A ella se le ocurre enviar a Tina a una escuela gastronómica. Y lo más importante: Sydney salva la situación —junto con Cousin— cuando Bear desaparece en su cárcel fría. En este último capítulo de la segunda temporada vuelve a sonar “Spiders (Kidsmoke)”, la canción de Wilco que salió en el peor momento de la temporada pasada. Ese en el que Carmen avienta al piso la donita de Marcus y Sydney manda todo alv y renuncia.
Pero en esta ocasión, Sydney está lejos de renunciar. Tras una pausa expectante, Sydney rompe el hechizo de “Kidsmoke” y comienza a sonar “Animal” de Pearl Jam.
Dice el Coach K en su libro: “El valor y la confianza conducen a la toma de decisiones”. Esa forma de liderar fue la que lo llevó a ganar muchos partidos a los que les quedaba poco tiempo en el reloj, como coach de un equipo universitario. Sydney saca adelante al equipo en los últimos cinco minutos, mientras Carmen se reprende a sí mismo y da de patadas a la puerta por no haber mandado a reparar la manija del refrigerador; es decir, por no seguir su propio consejo de preocuparse por todo.
The Bear satisface a cada uno de los comensales del friends & family. Con detalles de nostalgia, comida deliciosa y una atención de primera, el equipo prescinde del apoyo de Carmen... Me pregunto si es justamente su ausencia la que les permite ser su mejor versión.
Este final de temporada me pareció magnífico. Entendemos que el corazón de The Bear no es Bear, es Sydney. El que tiene mucho que aprender es Carmen. Y la culpa no es de Claire, ni de nadie más que suya.
Consideraciones finales
Me gusta entrar a Reddit y leer lo que la gente tiene que decir en el subreddit de The Bear. Es fascinante enterarme de las diferentes lecturas que la gente puede darle al programa. Hay quienes se enfocan en el aspecto gastronómico y buscan crear las recetas a partir de la información diseminada a lo largo de la serie. No les basta pensar en los cannoli salados, sienten una urgencia por experimentarlos. Hay gente que alcanza a leer algún tipo de crítica al estrés que provoca pertenecer a la industria restaurantera. También he leído a los que se concentran en analizar los rasgos psicopáticos de diferentes personajes, sus traumas y posibles diagnósticos. En fin, cada quien clava la mirada en aquello que más le habla al corazón. Y The Bear le habla a mi corazón en tantos niveles que necesito escribir sobre esto. Aunque mis notas eran un desastre, intenté ordenarlas lo mejor posible.
En el terreno de las cosas que me gustaría que pasaran, está que Carmy dejara el restaurante para dedicarse a una de las pocas cosas que realmente parece disfrutar, dibujar. El regalo que le da a Michael, la fachada de un restaurante, es prueba de lo excelente que es para eso. Sydney se lo dice también, cuando ve los dibujos que hizo para el diseño del menú. Por otro lado, no voy a negar que una parte de mí desearía ver *algo* entre Carmen y Sydney. Ya sé, ya sé, es una teoría poco popular que recibe mucho vituperio. No me pregunten, solo soy una chica. Cosas que sospecho que pasaron: algo extraño que involucra al tío Lee y a Michael. Una gresca que terminó mal. Por ahí deben estar metidos también el tío Jimmy y el papá Berzatto. Quedan muchas preguntas sin responder, sobre todo… ¿qué hizo la famosa Francie Fak?
Otra temporada de The Bear se fue y por como están las cosas, quién sabe cuándo se vea una nueva en el horizonte. Hulu ni siquiera ha confirmado que vaya a suceder. Mientras, yo seguiré repasando en mi cabeza los platillos, las frases de superación personal y deportiva, la pestaña postiza de Donna que se le cae por llorar y se le queda pegada debajo del ojo. Seguiré intentando probar la teoría que tengo de que en cada capítulo de The Bear sale un reloj. Pensaré los tenedores (la forma en la que Richie mejora como persona al limpiarlos y los que Michael arroja mientras su persona se deteriora) y las cucharas (Carmy seguido tiene una cuchara que mueve entre los dedos por la ansiedad, Donna le arroja una cuchara al pobre de Stevie). PERO este texto llega hasta aquí, o no acaba nunca.
Excelente resumen y comentarios.
Me encantó el detalle de los tenedores y las cucharas, ni se me había pasado por la cabeza. Ambas temporadas las vi primero yo cuando salieron y luego con mi mamá cuando se estrenaron en Star+. La verdad, no sé si fue la experiencia compartida o simplemente que ya le presté mayor atención a los detalles sin tener que preocuparme por “lo principal”, pero me sucedieron cosas distintas: la primera vez me movió muchos sentimientos. Ya el rewatch me pareció una obra maestra.
Yo también creo qué hay algo ahí que pusieron los guionistas entre Carmen y Sidney (y creo que, más allá del marketing, es ella la protagonista de The Bear, me queda clarísimo en el 2x10), aunque quizá el único pero que le pongo a esta temporada es que dejan demasiadas puertas abiertas, casi como pretexto para baitearnos a pedir y esperar más temporadas. Entiendo a la industria y sé que es una época donde éxito=deseo de las compañías de explotarlo al máximo, pero por eso la temporada uno fue tan buena: no necesitó tan explícitamente dejarnos con ganas de más. Contó su historia y ya. Pero igual me encantó la segunda.