Llevo meses queriendo contarles sobre todas las películas que vi en el Festival de Cine Morelia pero realmente no me ha dado la vida para escribir casi nada. Mi intención era publicar comentarios sobre cada una de ellas pero fuero fueron 31 y la verdad lo veo difícil. Así que, de vez en vez, cuando tenga tiempo, iré poniendo mis favoritas y tal vez termine para antes del FICM 2024.
All of Us Strangers
Dir. Andrew Haigh
Hay historias en el cine que se centran en parejas de hombres que se enamoran y luego su amor tiene que sortear todo tipo de dificultades porque son gays. Admito que en general no son mis favoritas. Ojo; no estoy diciendo que esté en contra de que se hagan, o que ya no me parezcan pertinentes, o que no me gusten en sí mismas; lo que digo es que en general no logro conectar con ellas, así que no las busco tanto. Vi el tráiler de All of US Strangers y asumí que se trataba de algo por el estilo. Pero esta la protagonizaban dos de mis irlandeses favoritos: Andrew Scott (Fleabag) y Paul Mescal (Aftersun, Normal People). Dije: bueno, pues ya1.
No podía andar más alejada de todo lo que es All of Us Strangers. Para empezar, está basada en un libro que un escritor japonés, Taichi Yamada, publicó en 1987. Entonces se siente aterrizada en esta época, pero al mismo tiempo se siente de otro tiempo. Esta característica abona a la atmósfera difusa de la película, es como si estuviéramos viendo todo a través de un vidrio un poco empañado. A esto hay que sumar la cinematografía y la operación de cámara de Jamie Ramsay, que trabajó la iluminación con la sutileza que requería una película tan… ¿espiritual?
Adam y Harry (Scott y Mescal, respectivamente) viven en un edificio de departamentos del que parecen ser los únicos habitantes. Adam es un escritor que se encuentra trabajando en una obra relacionada con sus padres. Harry, en una primera impresión, parece ser un joven perdido y sin mucho que hacer.
Adam visita constantemente recuerdos de sus padres. Entabla largas conversaciones con ellos y a veces estas interacciones rayan en el terreno de lo fantástico. Andrew Haigh explora con una sensibilidad de veras admirable las delicadas conexiones que se extienden de un hijo hacia sus padres y viceversa. Sin ser dramático o chantajista, logra dar justo en el clavo de lo afortunado y doloroso que es llamarse hijo de alguien. Ahora, en un tono personal y pensando en mis propias relaciones maternal tanto como paternal: no podía dejar de llorar. Y estaba rodeada de gente que sentía lo mismo.
All of Us Strangers contiene una historia de amor entre dos hombres que están distanciados de sus familias por diferentes razones. Encuentran en el otro un consuelo, un reflejo. Y nosotros (los que estamos en la sala del cine), a pesar de solo ser testigos de este encuentro, no podemos evitar flotar con ellos durante cada minuto de esta película. Cuando termina, salir al mundo se siente como despertar de un sueño que tristemente no puede durar para siempre.
Dudé mucho sobre este párrafo. No quiero que se entienda como un rasgo de insensibilidad o que crea que las historias de la gente de la comunidad LGBTQ+ no tienen importancia. Si alguien quiere platicar al respecto un poquito más a fondo, me encantaría poder hacerlo.